Las enfermedades articulares abarcan varias patologías que tienen como componente común un trastorno inflamatorio agudo o crónico que afecta principalmente las articulaciones y sus tejidos circundantes pero también puede afectar otros sistemas de órganos.

Estas dolencias pueden ser causadas por lesión directa y primaria (golpe, mal uso de la articulación, etc.) de una o varias articulaciones, como la bursitis, sinovitis, tendinitis o secundaria a otras enfermedades como la artritis reumatoidea, donde anticuerpos del propio organismo lesionan los tejidos de una articulación normal por interpretarlos como agentes extraños. Lo mismo ocurre con la artritis gotosa, donde un trastorno metabólico produce depósito de cristales anormales de acido úrico en las articulaciones, lesionándolas.

Las enfermedades musculares, como la fibromialgia, se caracteriza por la propagación de dolor en los músculos, los tendones, las articulaciones y otros tejidos blandos. La fibromialgia puede presentarse sola o puede aparecer como secundaria a otras condiciones musculoesqueléticas como artritis reumatoidea o lupus sistémico.

En nuestra institución se instrumenta un tratamiento interdisciplinario para un abordaje eficiente del problema del paciente donde el dolor y la incapacidad de movimiento son, en la mayoría de las veces, la situación que más aflige y altera la calidad de vida del paciente.

El tratamiento tiene como objetivo tratar la causa de la afección promoviendo una solución coyuntural y a su vez los síntomas que dicha lesión provoca. Se reeduca el movimiento y se rehabilita al paciente para su reinserción laboral y social; alejando la posibilidad de un deterioro mayor e invalidante desde el inicio del tratamiento.