El sistema inmune resguarda al organismo de las elementos eventualmente nocivos (antígenos) tales como los microbios, las toxinas, las células cancerígenas y la sangre o los tejidos de otra persona. La respuesta inmune consiste de acciones generales como la fagocitosis, en la cual los glóbulos blancos absorben y destruyen cualquier material "extraño". La respuesta inmune protege contra antígenos específicos produciendo anticuerpos (inmunoglobulinas), los cuales son moléculas que se adhieren a un antígeno específico y hacen que la destrucción del antígeno sea más efectiva. Asimismo, protege contra antígenos específicos produciendo linfocitos (grupo de glóbulos blancos) que se tornan especializados (sensibilizados), los cuales "reconocen" la sustancia extraña y la destruyen.
Los trastornos del sistema inmunológico se presentan cuando la respuesta inmune es inapropiada, excesiva o deficiente y los trastornos de inmunodeficiencia ocurren cuando el sistema inmune es incapaz de luchar contra los tumores o las sustancias invasoras. Esto causa infecciones persistentes o recurrentes, infecciones severas por organismos que normalmente son benignos, recuperación incompleta de una enfermedad o respuesta débil al tratamiento y un aumento en la incidencia de cáncer y otros tumores.
Entre las enfermedades congénitas por inmunodeficiencia de producción de anticuerpos están la hipogammaglobulinemia (ausencia de uno o más anticuerpos específicos), la cual usualmente causa repetidas infecciones respiratorias leves, y la agammaglobulinemia (ausencia de toda o casi toda la producción de anticuerpos), la cual conlleva a infecciones severas. Los trastornos congénitos que afectan los linfocitos T pueden producir un aumento de la susceptibilidad a los hongos, lo cual se traduce en infecciones repetidas de Cándidas (micosis).
Las personas inmunosuprimidas son las que padecen una inmunodeficiencia causada por medicamentos como los corticosteroides o por medicamentos inmunosupresores. La inmunosupresión también se considera un efecto colateral común de la quimioterapia en el tratamiento de muchos tipos de cáncer, ya que este procedimiento reduce con frecuencia el número de glóbulos blancos disponibles para luchar contra las infecciones.
La inmunodeficiencia adquirida puede ser una complicación de enfermedades como la infección por VIH y el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). La desnutrición, particularmente cuando se presenta carencia de proteína, puede causar inmunodeficiencia adquirida. Muchos casos de cáncer pueden producir inmunodeficiencia.
Las inmunopatías se abordan en nuestra institución con un tratamiento eficaz para apuntalar el sistema inmunológico, con fármacos que combaten los microorganismos y con Cuidados Paliativos para disminuír los síntomas de la enfermedad y los efectos colaterales de la medicación. El abordaje es también interdisciplinario para lograr un cuidado integral del paciente y su núcleo familiar.
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